jueves, noviembre 13

Dedito para arriba: Lider

Dedito para arriba para Lider, o al menos para el Lider de Pedro de Valdivia con Francisco Bilbao.

Ayer trataba de enganchar mi bella bici a una baranda fuera del súper cuando un guardia se acerca y me pregunta si necesitaba guardarla. Acto seguido, me abrió una reja ubicada a un costado de la entrada al super. Después de esa reja había una especie de corral que el guardia abrió con control remoto. Adentro habían fierros para amarrar las cletas con candado. Él se preocupa de cerrar ambas rejas y de entregarte un número para retirar la bici después.


No sé si será una iniciativa de todos los Lider, pero debieran copiarla todos los supermercados y así evitarse el cartelito "No nos hacemos responsables por robos de bicicletas" que no sirve para nada, porque conozco casos de gente que ha logrado que los indemnicen igual
.

Así que dedito para arriba para el estacionamiento de bicicletas de Lider. Muy bien.

Nota de la Redactora: El punto a favor es sólo por el estacionamiento. Este medio sigue repudiando a D&S y a la señora cuica de los comerciales que se aparece hasta en la sopa. Dedito para abajo para ella.


lunes, noviembre 3

¡Vamos Obama!



La política chilena está fome. Fome y decadente.
No le creo a casi ningún político y los candidatos en los que sí creo,
no salen elegidos ni por casualidad.

Por eso, estoy más entusiasmada con las elecciones de mañana en EE.UU.

y con la celebración que tendremos en Chile de ganar Obama:
nada más y nada menos que con R.E.M.


lunes, octubre 13

Usted no lo haga III

Me enferma, me empelota, me saca de mis casillas. ¿Desde cuándo pasó a ser más importante el Anillo que la petición misma? Anillo, así con mayúscula y sin artículo.

"Pepe Pato le regaló Anillo a la polola"

"¡¡¡¡A la Piti Poti le regaron Anillo!!!!"

Esto es serio. No conozco expresión más ridícula y fuera de foco.
Para mí el matrimonio es una decisión conversada, meditada y tomada por dos personas. Creo que no es una tremenda sorpresa, no es la decisión del novio y el sí de la novia. Es un sí de ambos, ¿por qué él tiene que desembolsar x cantidad de plata para que ella diga que sí?, ¿me está comprando?, ¿sobornando?

Además es un pésimo negocio para el novio. Desde que el pobre "regala Anillo" pasa a segundo plano y se ve envuelto en un mar de chillidos y decisiones relacionadas con el vestido, la fiesta, la iglesia y el qué dirán. Qué estupidez, diría yo.

Lo que debiera ser una unión personal y romántica, con un solo "fulano me regaló anillo" se convierte en un tremendo evento social prefabricado, donde lo que menos importa es el compromiso mutuo.
¡¡Usted no lo haga por favor!!

Usted no lo haga I
Usted no lo haga II

viernes, septiembre 26

Lo bueno y lo malo de last.fm

En el pc de la pega no puedo escuchar música. Las radios online que me gustan no funcionan, siempre se me olvida el cable del ipod, etc, etc.

Mi salvación ha sido last.fm, que no pesco mucho en mi casa pero lo abro antes que outlook al llegar a la oficina. Este programita te arma listas musicales a partir de tus gustos e, incluso, a partir de un solo artista. Se aprende harto y se encuentran hartos tesoros.

Así me pasó con Paolo Nutini. Puse Amy Winehouse y estuve una hora escuchando a divas del soul. Excelente. Y de repente zaz! Empezó la canción pegote que me encanta del comercial de Puma y que de dejada no había googleado: "New Shoes" una hora después:




Pero también pasa todo lo contrario. Hoy, después de escuchar a Julieta Venegas, Ely Guerra, Natalia Lafourcade y Ximena Sariñana cuando Last.fm me golpea con Paulina Rubio, sí ¡Paulina Rubio! Casi me indigesto con la shica dorada. Un desastre.

miércoles, agosto 27

Grandes chilenos


Puedo entender que a haya gente a la que le moleste
que Salvador Allende sea candidato en Grandes Chilenos.
Lo que no entiendo es que haya gente que quiera meter a Pinochet en la lista.

Hay que estar muy, muy mal enfocado.

viernes, julio 18




Cumplió 27.
Y lo que vino después,


fueron los años más felices de su vida.

jueves, julio 3

Usted no lo haga II

Juro que nunca nunca voy a entender por qué hay gente que cuelga cuando llama a un teléfono y se da cuenta que está equivocada.

¿Cuál es el miedo?, ¿dónde queda la educación?, ¿cuesta mucho decir "disculpe, me equivoqué de teléfono"? Bastaría con que dijeran "chao"...por último!

Pero eso de llegar y colgar me empelota.

¡He dicho!


Ver más:

Usted no lo haga

lunes, junio 30

Encuentren a Wally

Encuentren a Wally
(una pista: aparezco mal dos veces!)



martes, junio 17

Plop!

"Debido a que el personal del Departamento de Derechos Intelectuales
se encontrará participando en un curso de capacitación
orientado a mejorar la calidad de la atención al público,
los días 17, 18 y 19 de junio no atenderá público"


Comunicado de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, DIBAM.

jueves, mayo 8

Les presento a IVO

Esto es para la risa. No sé por qué en el Servicio de Impuestos Internos (a quien le agradezco el jugoso cheque de este mes) pensaron que una chinchilla rapera era el personaje ideal para enseñarle a los niños a exigir la boleta al comprar.

Conocí a Ivo la Chinchilla en el podcast de Villouta y Copano chico. Me reí tanto que de vez en cuando vuelvo a www.planetasii.cl para reirme de nuevo. Es taaan gracioso y ridículo. Por favor dense el gusto de mirar la intro del sitio, con eso basta para quedar pegado.


jueves, abril 24

Confieso que...

...siempre confundo:

- Las Hualtatas con Las Tranqueras

- Robert de Niro y Al Pacino

- Rancagua y Talca

y viceversa.


Tengo clarísimo dónde están, quiénes son, dónde han actuado y en qué región está cada una, pero a la hora de mencionar estas personas y lugares siempre digo el otro. No puedo evitarlo. Prueba de mi tremendo desorden mental.

Qué terrible.

Tengo amigos de Talca, pero siempre me equivoco y digo que son de Rancagua. Voy subiendo por Vitacura y cuando creo que viene Las Hualtatas, zaz, es Las Tranqueras y me repito que es la última vez que me pasa. La confusión entre de Niro y Al Pacino la tengo desde chica, los encuentro parecidos, sobre todo cuando jóvenes.

jueves, marzo 20

Usted no lo haga

Si alguna vez usted piensa variar y, por esta vez, comprar papayas naturales en vez de enlatadas: no lo haga. Yo había escuchado por ahí que cocer papayas era una gran empresa. Se lo advertí a Yoyo y le dije que mejor lleváramos las enlatadas que estaban a 10 centímetros. Él no me hizo caso y requete prometió que él las haría. Pasaron los días y las papayas ya estaban madurando demasiado así que me puse a investigar su preparación.

Primero me encontré con que no se pueden cocer con piel, pero que son durísimas de pelar, por lo que es mejor hacerlo con un cuchillo corta cartón ( o tip top). OK. Si en teoría ya sonaba complicado, en la práctica resultó un desastre. Estuve una hora pelando cinco papayas, la cocina quedó amarilla, mis manos acalambras y el piso todo pegoteado.


El segundo paso era cocerlas. Algunos decían que se ponían en agua con azúcar y otros, que era mejor cocerlas con las pepas y poner el azúcar al final. Yo, salomónica, seguí ambos métodos y los combiné. El resultado de los varios trasvasijes que tuve que hacer fue un fiasco. A estas alturas creo que complicarme la vida es mi deporte favorito.

Ahora estoy calculando cuánto tiempo dejarlas en el almíbar mientras pienso cuán fácil habría sido comprar las famosas papayas en tarro.

sábado, marzo 8

Un no-tan-feliz 8 de marzo


Nunca he inflado mucho el Día de la Mujer (más que nada porque siento que todos los días son nuestros). Pero ahora le encuentro mucho sentido más porque me enteré (ojo con mi ignorancia) que este día se conmemora la muerte de 129 mujeres obreras. O eso dicen, al parecer hay más de una versión. Una de ellas es la siguiente:

El 8 de marzo de 1908, un grupo de trabajadoras neoyorquinas decidió tomarse la fábrica donde trabajaban para protestar en contra de los abusos laborales de los que eran víctimas. Sin razón conocida, el lugar ardió en llamas, muriendo 129 mujeres. En 1975 se estableció el día de la tragedia como un homenaje a todas las mujeres del mundo...

Cierto o no, no deja de ser una celebración amarga.

lunes, febrero 25

NO a los besos con los papás, ni siquiera para Bardem

Me gustaron los Premios Oscar este año. Los vi enteritos, a pesar del sueño.

Me gustó que todos los actores que ganaron fueran no-gringos.
Me gustó el premio a Daniel Day-Lewis, a Ratatouille y a Javier Bardem.

Lo que no me gustó fue el beso en la boca que Bardem le dio a la mamá cuando anunciaron que
era el ganador.


Último de matapasiones, incluso en él que tiene esa estampa tan macho-sexy-peligroso (ojo que no me gusta, es too much for me). Sí me gustó que parte de su discurso de agradecimiento fuera en español y que le dedicara el premio a ella y a los españoles (se me hincha el pecho porque primera vez que me dedican un Oscar, gaia). Pero no, besos en la boca a los papás ¡no!

jueves, febrero 21

Valdivia Azul

-Necesito revelar este rollo de diapositivas con proceso cruzado por favor. Además, lo saqué con una cámara de cuatro objetivos, para que no corten mal las fotos.
Me miró a mí, miró el rollo y después de unos momentos la señora del laboratorio dijo:
-Mmm, nooo, eso no lo hacemos acá.
Yo, que estaba lista para el escepticismo, le expliqué que era una técnica antigua, conocida y muy usada, que no pasaba nada malo, que sólo cambian los colores y que, por último, yo aceptaba la responsabilidad del resultado. Ella seguía sin creerme y se fue a hablar con el supervisor.
Cuando volvió me dijo que lo revelarían igual y me repitió lo que yo ya le había dicho:
-Sí, se lo vamos a hacer. Le van a quedar las fotos así como artísticas.
-Sí señora, tal cual. Y acuérdese que las saqué con una cámara de cuatro objetivos.
Me volvió a mirar raro así que mejor desistí y le dije que no importaba.

Aquí algunos de los resultados:


Para los lomófilos, las fotos las saqué con un rollo de diapos Agfa, que le da un toque azul a las imágenes. La de los pescados salió rojiza porque había un toldo rojo sobre ellos.

A todo esto, no deja de llamarme la atención que los laboratorios de revelado están siempre llenos. Quedan pocos, pero mucha gente revela ahí sus fotos e incluso, ya no existe la garantía de 1 hora. Te dicen que tus fotos estarán listas en 1 hora y media, por lo bajo. Chao con las cámaras digitales.

(más fotos en FB)

martes, febrero 12

¿Juguito natural?

Este verano me dio por los jugos naturales. Estoy mal con el tema. Como bebestible ha reemplazado al té y al agua, costumbres muy arraigadas en mí. Paso con sed todo el día.

Ahora, en la calle, en vez de comprarme una bebida o agua mineral, siempre pregunto dónde venden jugos naturales. En mi casa he hecho de frutilla, melón, ciruela, guinda, mango, mango-plátano, piña- frambuesa y zanahoria. No les pongo azúcar, pero si la fruta está demasiado ácida o muy pasada unas pastillas de endulzante quedan muy bien.


Lástima que junto al verano se acaban muchas de las frutas ricas para hacer jugo. Hay que exprimir 10 naranjas para que salga un vaso de jugo. Aunque, pensándolo bien, la manzana no está mal y la zanahoria no desaparece (aunque sí es difícil licuarla, no siempre queda bien). Habrá que hacer un giro hacia los jugos de verduras.

jueves, enero 31

Al fin tengo bici

Echaba de menos los paseos en dos ruedas, sobre todo ahora que vivo en un barrio lleno de ciclovías. Incluso hay una en mi calle que me lleva directo al Parque Bustamante.

Me compré un casco rosado con flores que le hacen juego a las flores de la bici. ¡Todo tan femenino!

Lo que no ha sido nada de femenino han sido mis porrazos. Ya llevo dos acumulados y dos moretones enormes en el muslo izquierdo. Los llevo con orgullo.

La bici tiene suspensión delantera, qué te crees. No sé para qué servirá todo lo que tiene, pero estaba en super oferta y era tan linda...no me resistí. Ahora quiero ir a todas partes en bici. Fui a Maipú ida y vuelta el fin de semana, con mucho calor, pero aguanté muy digna. Ahí se produjo la segunda caída, en plena Alameda. Me caí de lado y de tanta risa que me dio, no me podía levantar. Yoyo me miraba condescendiente y me ayudó a levantarme. Después me retó porque me pasé una luz roja: "¡No me vuelvas a hacer eso!", a lo que yo contesté que mejor salía sola la próxima vez (nica iba a asumir mi error).

Lo que sí me da susto es que me la roben. No sirve cualquier cadena. He leído que incluso se necesitan dos y que es mejor desmontar el sillín para que no se lo lleven. ¿Será para tanto? No me quiero sicopatear ni obsesionar con el tema.

Hoy iré de paseo al parque. Espero no añadir un moretón más a la colección.

viernes, enero 25

Qué pasa si...

Estaba a punto de dejar el computador para ir a la lavandería cuando me acordé de dos de mis muchas obsesiones.

Noté, además, que ambas se hacen presentes en un mismo momento.


1. No puedo salir de mi casa sin carnet de identidad o algún documento que me identifique. Esto, por el miedo que me produce que me pase algo y no ser identificada. Caer en coma y terminar en sala común de la Posta Central, o bien, morir y se enterrada en una fosa común. Todas esas son posibilidades que no van conmigo. O que la ambulancia que debe salvarme la vida se retrase porque los estúpidos que encontraron mi cuerpo se han demorado más de la cuenta en dilucidar quién soy en vez de estar llamando al servicio de urgencia. Esas son todas imágenes de mis peores pesadillas y si puedo evitarlas sólo llevando conmigo mi carnet, pues que así sea.

2. Aunque sea para barrer la entrada a mi casa, botar la basura, salir a ver si está lloviendo o averiguar qué vecino tiene la música tan fuerte, no puedo abrir la puerta sin las llaves en la mano. Le tengo pánico a quedarme afuera de la casa. No tanto por el palo que pega el cerrajero ($ 7.000 de lunes a viernes, de 09.00 a 20.00 horas y $ 13.000 de lunes a viernes desde las 20.01 a las 08.59 horas y fines de semana) sino por todo lo que podría ocurrir estando uno fuera de casa a la fuerza. Agua hirviendo en la cocina, por ejemplo. O que justo uno tenga puesto las pantuflas más ridículas que existen, o que justo justo Yoyo (que tiene una copia de las llaves) no llegue a la casa hasta en cinco horas más y por ahora esté inubicable.
El peor, y por ende mi favorito, es encontrarme con la puerta cerrada y yo en calzones. No soy de las que salgo a botar la basura pilucha, pero ¿y si sucediera?, ¿y si no me di cuenta?, ¿y si fui bien rápido, a una hora en la nunca hay gente en el pasillo? Sería terrible. A veces me imagino qué haría si me pasara. Creo que esperaría en la escalera hasta que sintiera llegar a Yoyo. Si pasara el conserje o algún vecino, correría a otro piso para que no me viera. Para no aburrirme, contaría cuántos autos de color verde pistacho pasan por la calle o cuántas señoras llevan más bolsas de plástico de las necesarias (otra manía mía, pero que no tiene vela en este entierro).

Esas son las sencillas razones de por qué siempre tengo conmigo las llaves y mi carnet, por si alguna vez se lo hubieran preguntado.

martes, enero 15

Acoso Callejero III Parte

Un buen piropo


Desde hace un tiempo a esta parte me tiene de malas el acoso callejero. Tengo la mala suerte de trabajar en un mal barrio. Lleno de talleres, fábricas, garajes y edificios en construcción, por ende, recibo unos 10 mal-llamados-piropos al entrar y salir de la pega.


Y todos me repulsan.


Todos hacen que se me ponga la piel de gallina y me provocan asco. Sobre todo los más calentones, que se acercan a mi oreja para susurrarme alguna asquerosidad. No quiero quedar como pacata clasista, pero es muy desagradable. Va más allá de que las palabras o piropos provengan de personas de una determinada clase social, es que son obscenos, ofensivos, desubicados y me hacen sentir cochina. Hoy, sin más, me hueviaron al mismo tiempo como 20 maestros que estaban en colación. Además de darme asco, me dio susto. Nunca más paso por ahí.


Eso sí, hay "piropos" que hacen reír. Una vez iba caminando por el mentado barrio y pasé entre dos hombres que estaban conversando. Pude notar, porque siempre se nota, que uno de ellos me estaba mirando y me iba a tirar algún piropo. Cuando estaba tomando aliento, su compañero le dice "no le digas nada, ya le han dicho todo". Y así pasé yo rapidito entre los dos tipos aguantándome la risa. Lamentablemente, de esos hay muy pocos.



Vea además:

Acoso Callejero I Parte
Acoso Callejero II Parte

jueves, enero 10

Amigas IV

Tal vez debí empezar por ella. La conozco desde que tengo 1 año de vida y ella, 3. Siempre fue mi amiga grande, pero siempre fue igual de cabra chica que yo. Uno de los primeros recuerdos que tengo de ella es del ’88, en Punta de Tralca. Teníamos seis y ocho años, respectivamente, y fue uno de nuestros mejores veranos. Nos encerrábamos en el auto de su tía a comer galletas de soda y jugábamos en la playa. Un día se le ocurrió colgarse del palo que afirma la cortina y se cayó por la ventana. Otro día le enseñé la manía que tenía a esa edad: morderle las manos a las Barbie hasta dejarlas planitas, y ella me imitó. Todavía no me lo perdona.

Después me acuerdo de ir a verla a su casa, de jugar con su perro Oso y de cuando me mordió su maldito hamster. Otra vez, en mi casa, nos pintamos la cara con las sombras verde y celeste de mi mamá. La idea era sorprender a nuestras madres disfrazadas de marcianas. Todavía me acuerdo que nos parecía una idea muy cuerda y muy entretenida. Tengo una imagen grabada en mi mente: las dos sentadas en la cama soportando los algodones con crema que nos ponían para sacarnos la pintura. También nos encantaba ir al complejo deportivo de Codelco, en La Florida, nadar en la piscina, comer helados y jugar en el bosque de eucaliptus.

1987


Cuando ya éramos adolescentes a mi mamá se le ocurrió la pésima idea de nombrarla mi baby sitter. Mi hermano chico hacía lo que quería mientras las dos cocinábamos los platos más extraños, llamábamos como locas a los números 700 (sobre todo al fono amistad, todavía me acuerdo que era el 700 10 10) y a nuestros amores para hacerles pitanzas. Nos sacábamos fotos ridículas, nos aprendíamos de memoria los anuarios de nuestros colegios, arrendábamos películas en el Errol’s y nunca las pagábamos. Nos daba un morbo increíble ver Como Agua Para El Chocolate y siempre pedíamos los videos con sinopsis que se llevaban gratis. Eran los tiempos en que contábamos las monedas de $ 10 para poder tomar micro. Y si no nos alcanzaba la plata, caminábamos. Desde el Parque Arauco, Providencia o el Apumanque hasta Ñuñoa. Daba lo mismo.

Ella fue la que me incentivó a comprarme una polera de Luis Miguel, el peor ejemplo que tengo de "tu pasado te condena". Ella, tiempo después se hizo una en Dimacofi. Era más fanática que yo, tenía un cuaderno con recortes y fue a todos sus conciertos.

1997


Como buenas amigas, nos prestábamos mucha ropa. Incluso el vestido que usé para mi graduación de Cuarto Medio. Seguimos la misma profesión, pero fue casualidad. Ella se puso a pololear y desapareció un tiempo, pero volvió como si nada hubiera cambiado.

Compartimos traumas, trancas, ideas, pensamientos estúpidos, inteligentes y vergüenzas. Muchas vergüenzas. Podemos conversar horas por teléfono mientras cada una mira la TV, se corta las uñas o se rasca la guata. Sé que cuando me pasa algo la puedo llamar y ella también a mí. Sus amigos son mis amigos y mis amigos también son los suyos. Yoyo se ríe con ella, la hace rabiar, pero la quiere mucho porque es mi amiga. Se llevan bien y me alegra.

Su amor de la vida es su perra Greta y sé que no me perdonaría si no la nombrara. Greta y yo tenemos una relación difícil. Nos cuesta estar en el mismo lugar juntas, principalmente porque pelecha, porque ladra por todo y porque es maleducada. Ella dirá lo mismo de mí, creo yo (menos lo del ladrido, claro). Me da nervio cuando le dice “hija” y me saca en cara que nunca he tenido el amor de un animal. Y pucha, es verdad, tal vez por eso no la entiendo.

Hace tiempo que no escribía un post tan largo, y eso que he tenido que resumirlo porque hay muchas más historias. Pero el cariño es uno, y grande.

2007
Dino, ¡eres mi mejor amiga!