
La política chilena está fome. Fome y decadente.
No le creo a casi ningún político y los candidatos en los que sí creo,
no salen elegidos ni por casualidad.
Por eso, estoy más entusiasmada con las elecciones de mañana en EE.UU.
y con la celebración que tendremos en Chile de ganar Obama:
nada más y nada menos que con R.E.M.
No le creo a casi ningún político y los candidatos en los que sí creo,
no salen elegidos ni por casualidad.
Por eso, estoy más entusiasmada con las elecciones de mañana en EE.UU.
y con la celebración que tendremos en Chile de ganar Obama:
nada más y nada menos que con R.E.M.
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