jueves, mayo 18

Los Moltedo I


El otro día alguien me comentó que le gustaría conocer a mi familia. Me dejó pensando. No sería una tarea fácil. Son ocho hermanos, 17 primos. Muchos casados, muchos con hijos. Para conocerlos a todos, en parte, habría que haber conocido a la matriarca, a mi Nonna. Nieta de inmigrantes españoles, heredó el apodo de su marido Andrés, hijo de italianos, también inmigrantes. A él lo conocí a través de las historias de mi Nonna y del resto de la familia. Murió de cáncer a los 42 años, dejando a su mujer con ocho moltedos menores de edad. Esto llevó a que la familia se hiciera cargo de una fuente de soda, lavandería, fábrica de helados, casino de comida y un largo etcétera.

Cansada, mi Nonna pasó sus últimos años en un departamento en Viña al que yo iba durante las vacaciones. Me cargaba que sonara el despertador a las nueve y no se levantara inmediatamente. Eran sagrados sus 10 minutos de rosario pero yo me aburría esperando el desayuno. Siempre preparaba un San Martín, sandwich inventado por ella que hasta el día de hoy me preparo. Después de almuerzo veíamos teleseries brasileñas o partidos de la Unión Española o el Audax mientras ella tejía y me contaba historias de la familia. La que más le gustaba era cuando las gemelas -que tenían unos seis años- quisieron asustar a la abuela y a una de las hermanas menores con una cabeza de chancho. De susto y de tanto reírse, todos terminaron haciéndose pipí.

Usaba un reloj colgante porque le daba alerga el metal en las muñecas. Tenía naipes redondos con los que jugábamos póker con porotos. Se pintaba las uñas de rojo y tenía muy abultadas las venas de las manos. Me encantaba hacerle cariño y apretarle las venas.
Gran parte de los recuerdos que tiene la familia tienen que ver con lo bien que cocinaba y lo mucho que le gustaba comer. Inventó las hamburguesas antes que llegaran a Chile y nadie ha podido igualar su tucco. Casi todo lo que sé cocinar viene de un cuaderno azul con recetas escritas por su propia mano.

Conociéndola a ella se puede empezar a conocer a los Moltedo. Pero es una historia que recién empieza.

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