jueves, diciembre 20

me requetecontra río


tengo varios hábitos.

uno de ellos es leer a Liniers.

casi nunca me río a carcajadas por fuera, pero sí por dentro.

y harto.

lo que más me gusta es cuando han pasado unos días y se me olvida o no alcanzo a leerlo.

es entonces cuando leo varios de un suácate para ponerme al día y me requetecontra río por dentro.

y pucha que me gusta.

y pucha que es divertido.

y pucha no entiendo por qué nadie o muy pocos lo entienden.

si no hay que entender.

hay que puro reír por dentro no más.

viernes, diciembre 14

Vale la pena

Maldita sea. Revisando mis posts antiguos me di cuenta que recién a fines de 2007 vine a cumplir con la única promesa que hice a inicios de 2006. Una vergüenza.

Tarde, pero cumplí.

Aunque me tengan cansadas los viajes en bus a Talagante, Isla de Maipo y El Monte, vale la pena.
Aunque tenga que vencer la timidez y decir unas palabras al comienzo de cada sesión, me alegra que la gente me entienda y me cuente sus historias de superación.
Aunque odie que siempre se siente junto a mí el viejo más hediondo de la micro, me encanta que al llegar una mujer temporera me diga que gracias a que ahora sabe usar el computador el próximo año postulará a otro tipo de trabajo, "uno mejor", dice.
Aunque reniego de mi edad y me irrita cuando me dicen "señora", sonrío y me siento una niña si me dicen "tía".

Espero no quedarme sólo con esto. Espero que salgan más proyectos así de entretenidos y beneficiosos para todos. Feliz de haber tomado la mejor decisión de mi vida.

jueves, noviembre 22

¡No, no y no!


¿Archibald Alec Leach?
¡Jamás!

miércoles, noviembre 14

¡pucha que es cierto!



El nuevo departamento ya está tomando forma y cada día es más nuestro espacio.
Estamos felices, dichosos, radiantes, alegres y entusiasmados.

Departamento nuevo, vida nueva, dicen por ahí y cada día me convenzo más y digo "¡pucha que es cierto!".
Comenzó la temporada de inauguraciones. ¡Inscríbase!

martes, octubre 30

¿?

Por fin me habilitaron el blogger en el computador de la oficina. Tenía todo bloqueado hasta que hace unos días los nerds de Sistemas se apiadaron de mí y liberaron mi PC.

Al parecer me he perdido de muchos avances en este tiempo, tantos que estoy perdida: ya no sólo hay messenger, google talk y blogs. Ahora agreguemos flickr, lomohomes y el flamante Facebook (buscadme como Belén Moltedo).

¿Uso todo, uno, dos o ninguno?, ¿por qué no hay una sola cosa que lo haga todo?, ¿dónde está la convergencia?, ¿dónde?

miércoles, septiembre 12

Prestados y perdidos

Odio quedarme con cosas que me han prestado porque sé lo feo que es para quien pierde el objeto. He sentido la pérdida muchas veces, pero me acuerdo de tres muy, muy importantes:

- CD de Víctor Jara. Cuando vivía de mi escuálida mesada ahorraba meses para comprarme discos (no tenía Internet) y el más reciente había sido El derecho de vivir en paz. En el preuniversitario conocí a una Valentina o Valeria a la que también le gustaba y se lo presté. Idiota yo. Pasó el tiempo y nunca más supe del disco aunque muchas veces me dijo “ayer te lo traje y no te ví”. Terminó el preuniversitario, la llamé varias veces a su casa y nunca la encontré.

- Edición especial de Rayuela. Me carga la “onda” Rayuela, que las minas se crean las Magas y que citen algunos párrafos. Para mí es un buen libro como muchos y nada más. El punto es que mi mamá tenía una edición preciosa, de tapa dura, antigua, que compró en España, debe haber sido una de las primeras. En el electivo de literatura del colegio (que nunca supe por qué se llamaba Los Valores en la Literatura) había una niña gordita de lentes del colegio vecino (nos juntábamos con ellos para los electivos) y una vez conversando me preguntó si tenía el mentado libre. Le dije que sí. Como en la casa de mi mamá los libros están a la mano, siempre puede sacarlos y los considerarlos míos, se lo llevé al día siguiente, de puro buena onda que soy. Demás está decir que no supe más del libro ni de la niña cuando salimos de IVº medio. Creo que sí le dije a mi mamá que lo prestaría, sino no sé cómo supo que lo había perdido. Hasta hoy me lo cobra.

- Cassette de Barroco Andino: La quena bien temperada se llamaba y también era de mi mamá (todo lo que me ha aguantado!). Se la presté a un amigo de unos amigos que era artesa. Lo seguí viendo, de hecho, nos hicimos amigos. Le pedí el cassette varias veces y no sé qué excusa me dio para no devolvérmelo. A él podría volver a verlo. Sería lo único que podría recuperar.

Haciendo memoria me doy cuenta que todos los objetos prestados y perdidos ahora son de la misma época. Bien pava que era. ¿Habré aprendido?

miércoles, septiembre 5

To do's

Agosto fue un mes en el que comenzaron cambios y ajustes importantes. Dentro y fuera.
Aún poco habituada, algo dubitativa y desordenada.
Este mismo aire de cambio lo quiero aprovechar para incluir nuevas costumbres y retomar aficiones abandonadas.


Tengo deudas. La mayoría son conmigo misma y sólo una es monetaria, afortunadamente. Tengo rumas de libros pendientes, algunos discos esperan una crítica completa, mis uñas están tristes, tengo unos 13 DVDs por ver, necesito meditar, mi máquina de coser se va a atrofiar y mis amigas tienen a tope los pedidos de pulseras.


La semana pasada cumplí con una deuda antigua que me apretaba el corazón cada vez que salía al balcón y me tiene muy contenta haberla cumplido: limpié minuciosamente cada una de las hojas de mis plantas, que estaban grises y deprimidas. Incluso una, la Croton, estuvo a punto de morir de frío. Ahora está en cuarentena, ocupa un lugar privilegiado en el living y recibe mis saludos todas las mañanas y tardes, aunque por ahora sea un palito seco y una triste, muy triste hojita enroscada. Quiero que llegue la primavera y el sol le pegue directo para que se entibie y le vuelvan a salir sus hojas multicolores. La otra planta que me tiene intrigada es la hierba buena. Más resistente, imposible, pero sus tallos han crecido mucho en comparación a sus hojas, que son escasas y muy pequeñas, inservibles para mis mojitos.


Espero de aquí a fin de año reducir la pila de libros por leer (tengo que apurarme porque siempre llegan más), de aquí a fin de mes ponerle oreja a los discos que me faltan. Septiembre será el mes para arreglar la máquina de coser, terminar de ver las películas que me quedan y para darme 10 minutos diarios de silencio mental.


Me había prometido escribir sobre mis deudas para obligarme a cumplirlas. Esto ya es un avance.

viernes, agosto 3

Algo lindo y algo feo

Algo Lindo:
En Holanda con Providencia están por terminar un arcoiris para que algunos elegidos trabajen. Ojalá me invitaran a mí algún día. Aunque al salir, todo lo viera gris.
La foto es como las huifas, pero el arcoiris se aprecia igual


Algo Feo:
Este pedazo de vereda pavimentado está a cuatro cuadras de mi casa. No sé si será un proyecto de ciclovía o los infructuosos intentos de una constructora para distraer la atención sobre su hórrido edificio. Justo al lado de esta pseudo ciclovía, había una casa tipo barco. Una de las más lindas del barrio. Y pasó lo que pasa en Ñuñoa: la demolieron para hacer un edificio espantoso. Lo odio. Todo Ñuñoa lo odia. Este pedazo de ruta es lejos lo más inútil que he visto.


Más fotos...

jueves, julio 19

Necesito

Necesidad. Hoy, mientras escribía un proyecto, me topé con la palabra NECESIDAD. Supuestamente debía escribir sobre la necesidad de contar con un medio de comunicación pero empecé a pensar mis propias necesidades.
Y son muchas.
Demasiadas.

Me di cuenta que eso es lo que me tiene descontenta por estos días. No puedo ser desagradecida. Tengo y vivo mucho. En los últimos meses he vivido cambios muy buenos, excelentes en realidad, pero la ambición me tiene frustrada. ¿Cómo se hace para estar satisfecha con lo que se tiene? Porque es natural tener necesidades, pero ¿por qué yo tengo tantas?, ¿por qué me siento tan frustrada cuando en realidad puedo ser feliz así?, ¿será que aspiro demasiado y no soy capaz de lograrlo?, ¿seré muy chancho en misa soñando tanto?

Aclaro que mis aspiraciones son materiales y otras no tanto. Tampoco es cosa de ponerme a ennumerarlas -son personales y por más que esto sea un blog, nunca he publicado nada privado- pero sólo algunas tienen que ver con plata. Con Yoyo siempre estamos haciendo planes, tengo mil papelitos con to-dos y siempre que me junto con alguna amiga se me ocurre algo nuevo para hacer. Debiera hacer un diario para reunirlos todos y dividirlos en deseos y necesidades reales.

Justo en la radio tocan "Don't look back in anger" de Oasis y todo calza perfecto cuando el Gallagher más pesado canta

"
Slip inside the eye of your mind

Don't you know you might find a better place to play?
You said that you'd never been
But all the things that you've seen will slowly fade away ?"

(Entra al ojo de tu mente
acaso no sabes que podrías encontrar un lugar mejor para jugar?
Dijiste que nunca has sido/estado
Pero todas las cosas que has visto se ésfumarán lentamente?)

Y así estoy, ansiosa, poco paciente, muy soñadora. Es lo que me pasa hoy, en caso de que te lo hubieras preguntado.

martes, julio 10

Cuenta regresiva

El sábado me quemé la mano derecha.
El domingo me pegaron en la canilla y no puedo salir a correr.
El lunes me quemé tres dedos de la misma mano, se me perdieron dos de mis anillos favoritos y mi pen drive hizo un berrinche y borró gran parte de los archivos que estaban en su memoria.
Hoy martes amanecí con el ojo izquierdo hinchado, rojo y lleno de pus.

Tanta desgracia junta sólo puede significar una cosa. Ha comenzado la cuenta regresiva para mi cumpleaños.

jueves, mayo 31

25 > 26

Tal cual. De un momento a otro. Estaba a punto de cruzar la calle camino a mi pega, me miro un mechón y ahí estaba. Pensé que era una pelusa y traté de sacarla. No resultó. Pensé que era hilo de nylon, y tampoco. Tiré de ella y me dolió hasta el alma. El dolor no sólo fue físico sino que caí en cuenta de que tengo 25 años y ya tengo canas.

¿Por qué, si a mis padres les aparececieron después de los 40 años, a mí me salen tan chica? No lo tenía contemplado y no sé cuál es el procedimiento. Pero es toda una decisión: o me tiño o las asumo. Asumirlas me suena más a mí, pero cuesta. Es una cachetada que te manda directamente a la realidad. Una cachetada que te recuerda que el tiempo pasa, que cada año se nota. Me gusta que se note el paso del tiempo, pero no en pelos blanquecinos. No creo que demuestren experiencia, sólo mala pata genética. Y yo de esa tengo de sobra.

La cana esta -que a todo esto fue arrancada de raíz haciendo caso omiso a la creencia popular que dice que si te sacas una aparecen otras siete- me recordó lo cercana que estoy de los 26. Hoy leí en www.zancada.com una frase que me identifica a mil: "¿Cuál ha sido tu mejor y tu peor cumpleaños, por qué? Nunca he pescado mi cumpleaños. Generalmente desaparezco. Así es que no tengo ni mejores ni peores cumpleaños. Y no es por que sea aburrido". El que responde es José Miguel Villouta, pero podría haberlo dicho yo. No sé qué haré este año, a dónde me escaparé. Poco me importa. A donde vaya irán conmigo mis canas.

miércoles, abril 18

Uso y Abuso

Revisando filatelia ornitológica chilena me encontré con algunas estampillas que me horrorizaron. En total existen 62 sellos nacionales con aves. Las hay desde 1931 y mayoría de ellas utilizan distintas clases de pingüinos. Las que me llamaron la atención pertenecen a los años de dictadura, en las que utilizan a cóndores como símbolo de "libertad y progreso", valores que maliciosamente pretendía difundir el régimen. La primera de ellas se imprimió para conmemorar el tercer aniversario del golpe. La víctima es un cóndor altiplánico que representa una mal llamada "Liberación Nacional" al atrapar una serpiente entre sus patas.


"En el umbral del futuro" es la consigna que usaron para celebrar el 11 de septiembre de 1980. Nuevamente, (mal)usaron la imagen de un cóndor.


El tercero, de 1981, muestra una colonia de pingüinos Papúa bajo el lema "Un país para soñar". Tres ejemplos de uso y abuso de imagen de aves que no tienen la culpa de nada.

Estampillas gentileza de www.avesdechile.cl

martes, febrero 13

Pequeña antipática gigante

Me pasó que desperté y vi una micro volcada sobre otra. Desperté a mi pinche gritándole que mirara lo que pasaba en la tv. Después de unos segundos, caí. Era un montaje. Así que seguí durmiendo.
Después, todo el mundo hablaba de la pequeña gigante.

Y yo no entendía por qué.

Nunca le encontré la gracia ni me llamó la atención. Es más, si alguien hablaba de ella, me enojaba porque se me aparecía en todas partes. Y esa manera estúpida que tenían los periodistas para hablar de ella, haciendo como que la cosa era cierta: “La pequeña gigante despertó de su siesta y sigue buscando al rinoceronte”. Y con eso estaban siendo “originales”, “dándole otra vuelta”, “periodismo diferente”.
Hace nueve meses que no tenía un fin de semana libre en Santiago. Fue un sábado de mucha flojera, anduve en onda zen, flotando por mi casa. El domingo me quise tomar un helado en el centro, que es muy agradable porque hay menos gente y el día estaba lindo. Pero oh, al llegar a Providencia con Salvador: taco. Largo y eterno taco. Era la gigantona esa. Media hora en llegar al centro. Por suerte el mono ese se había ido y la gente toda achoclonada ya se empezaba a dispersar.

Pero la mugre.

Los papeles.

Las botellas tiradas.

El camino a la casa de mi pinche se hizo más odioso que tratar de llegar al centro. Las calles, un basurero.
Gracias, pequeña antipática gigante.



Este es mi amigo Edu.
Le pasó algo parecido con la antipática ésta pero,
por lo menos,
al él pagaron.


miércoles, febrero 7

Teléfono

Llamé a un servicio del Gobierno. La persona por la que debía preguntar era Soledad. Como ya había hablado con ella otras veces, marqué su número directo. Al otro lado del teléfono me contesta una voz suave de mujer. Creyendo que se trataba de Soledad dije:
- ¿Aló, Soledad?
- No, Esperanza -me contestan al otro lado del teléfono. Extrañada, me quedé callada un momento e insistí:
- ¿Soledad?
- No, Esperanza, pero le doy altiro con Soledad.
- No, no se preocupe -dije rápidamente y corté.

Me puse a pensar, a pensar.