domingo, enero 22

Lo que no sabía

Yo no sabía que algo tonto podía doler.
No sabía que la angustia se acumula en el pecho, sube por el nudo de la garganta, moja las mejillas.
Tampoco sabía que podía convertirse en un acto reflejo.
Yo no sabía que podía disimular el llanto y los ojos hinchados.
No sabía que si prendía la luz de noche se me olvida que no estás.
Yo no sabía cómo levantarme y olvidar las pesadillas.

Tampoco sabía que hasta un vidrio roto podía traer recuerdos.
No supe entender lo que querías de mí.
Tampoco supe leer entre líneas.

Nunca supe decirte que no.
Nunca supe colgar el teléfono.
Nunca sé qué haces, si estás, si vuelves.

No sé qué quieres, pero sé qué quiero.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Interesante la idea poetica del texto.El hablante es una persona sensible que siente la pérdida de su amado.